
tú haces que de todo esfuerzo y trabajo,
por más humilde que sea,
broten frutos en beneficio de todos...
Ahora que me dispongo a iniciar esta tarea,
ayúdame a “sobreabundar” en mi entrega,
a ser generoso contigo
y exigente conmigo mismo,
a dar de mí lo mejor
y superarme cada vez más
en la entrega que de mí mismo hago,
para dedicarme a esta tarea.
De este modo,
y en Ti,
lo que ahora realice no será en vano,
sino que tendrá a tus ojos “peso de eternidad”,
y producirá hermosos frutos para mí,
para mi familia,
para mis hermanos en el trabajo,
y para la misión que me encomiendas.
Que así sea.
0 comentarios:
Publicar un comentario